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martes, 23 de febrero de 2010

POEMA GENERACION DEL 27

Federico García Lorca:


A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.
Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.

El viento se llevó los algodones
a las cinco de la tarde.
Y el óxido sembró cristal y níquel
a las cinco de la tarde.
Ya luchan la paloma y el leopardo
a las cinco de la tarde.
Y un muslo con un asta desolada
a las cinco de la tarde.
Comenzaron los sones de bordón
a las cinco de la tarde.
Las campanas de arsénico y el humo
a las cinco de la tarde.
En las esquinas grupos de silencio
a las cinco de la tarde.
¡Y el toro solo corazón arriba!
a las cinco de la tarde.
Cuando el sudor de nieve fue llegando
a las cinco de la tarde
cuando la plaza se cubrió de yodo
a las cinco de la tarde,
la muerte puso huevos en la herida
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
A las cinco en Punto de la tarde.

Un ataúd con ruedas es la cama
a las cinco de la tarde.
Huesos y flautas suenan en su oído
a las cinco de la tarde.
El toro ya mugía por su frente
a las cinco de la tarde.
El cuarto se irisaba de agonía
a las cinco de la tarde.
A lo lejos ya viene la gangrena
a las cinco de la tarde.
Trompa de lirio por las verdes ingles
a las cinco de la tarde.
Las heridas quemaban como soles
a las cinco de la tarde,
y el gentío rompía las ventanas
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
¡Ay, qué terribles cinco de la tarde!
¡Eran las cinco en todos los relojes!
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!
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ARGUMENTACIÓN:

He escogido este poema, ya que, de los que había y ya los había escuchado, era el que más drama tiene, el que implica mas realismo, además es un poema en el que te imaginas lo que pasa y sabes el dolor que tuvo que sentir el autor al escribirlo incluso te puedes poner en la piel del autor y sentir tu ese dolor.


1 comentario:

  1. He tenido que modificar algunas cosas del blog para poder comentar...
    En fin, que me parece una buena primera entrada, en la que se aprecia una cierta sensibilidad poética, acertando a ver la tragedia que transmite Lorca ante la muerte de su buen amigo Ignacio Sánchez Mejías. Ahora falta algo de profundidad y de extensión en tus comentarios. Pero poco a poco.

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